Si tuviera que decir una sola cosa del libro “Tania Val de Lumbre” de Maria Parr, sería que es el libro infantil MÁS bonito que he leído nunca. Ya desde los primeros capítulos comenzó a escalar posiciones en mi ranking personal. Y en los últimos, después de haber reído y llorado como hacía tiempo que no me pasaba con un libro entre manos, tenía claro que se había ganado la primera posición.
¿De qué va el libro?
Tania es una niña de nueve años que vive en un remoto valle en las montañas noruegas. De hecho, es la única niña del valle y se las tiene que apañar como buenamente puede con un mejor amigo llamado Gunnvald, de 74 años; el cascarrabias más cascarrabias del valle. “Tania Val de Lumbre” nos cuenta las vacaciones de invierno de la niña, las aventuras que corre con sus primeros amigos-niños, y un suceso inesperado con el llegar de la primavera que sacude el mundo de Tania. Un secreto bien guardado durante años sale a la luz y está en manos de Tania sobreponerse a sus propios sentimientos y ayudar a los mayores a encontrar una solución.
Las cosas de los adultos, incluidas sus relaciones, siempre tienen un impacto en los más pequeños pero, lejos de subestimarles, el libro muestra la capacidad que éstos tienen para ayudar en los momentos difíciles. Una preciosa historia repleta de valores morales entretejidos de forma sutil en relaciones entre padres e hijos, entre hermanos y, sobre todo, entre amigos, que demuestra que la verdadera amistad no entiende de generaciones. Y lo que podría parecer una historia seria y, tal vez aburrida, para los lectores jóvenes está repleta de aventuras, trastadas y ocurrencias de lo más ingeniosas que, estoy segura, conseguirá hacer que todo niño desee pasar, al menos, unas vacaciones con Tania Val de Lumbre.
Más datos y pasajes
En cuanto al lenguaje, es sencillo y entendible y aún así el libro está escrito con un gusto exquisito. La narración de los sucesos es muy entretenida, no tiene grandes descripciones pero sí las suficientes como para poder imaginarse los escenarios descritos, con el apoyo también de unas ilustraciones preciosas en la edición de la Editorial Nórdica Infantil.
Los diálogos son estupendos. Sin duda es donde mejor se aprecia el carácter de cada uno de los personajes. Y, junto con las actitudes y las escenas que se narran, la autora consigue transmitir un amplio abanico de emociones que se cuelan en el corazón de uno, sin apenas avisar. Tal vez esto sea lo más precioso del libro, el hacerte empatizar de tal forma con los personajes que, una vez termina el libro, los echas de menos.
Mi frase favorita de “Tania Val de Lumbre” es:
“Los mayores hacemos muchas tonterías, Tania. Pero hay una cosa muy importante: nunca es culpa de los niños.” (P. 173)
Y mi párrafo favorito sin ninguna duda:
“Es entonces como si Gunnvald se quebrara y a Tania se le parte el corazón al verlo. Con un gemido, se levanta de la escalera y sale corriendo hacia él. Echa los brazos alrededor de la tripa de su enorme mejor amigo, aproximadamente por donde se ha quebrado, y hunde la cara en la tela de su chaqueta. Lo abraza para que realmente entienda lo mucho que lo quiere.”
P. 148
Para terminar…
Una reseña como esta no puede hacerle justicia a la belleza de este libro, lo entrañables que son sus personajes y lo valiosa que es su historia, por eso solo puedo recomendar su lectura a pequeños y mayores.
Maria Parr tiene dos libros más publicados en la misma editorial: “Corazones de gofre” y “Lena, Theo y el mar” que, desde luego, están en mi lista de futuras lecturas y, por tanto, futuras reseñas. Si lees “Tania Val de Lumbre” me encantaría que me contaras qué te ha parecido. Gracias por la visita y por este rato compartido.
¡Hasta pronto!